- ENTREVISTA
Entrevista con Europa Press
Entrevista de Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, realizada por Sergio Rivas
23 de julio de 2024
La reunión del pasado jueves parece dejar todo pendiente de cara a septiembre.
Hemos basado la decisión en los datos recibidos desde la última reunión de política monetaria en junio. En lo que se refiere a inflación, esos datos están prácticamente alineados con nuestras proyecciones. Sin embargo, ha habido cierto deteriorio en los datos sobre crecimiento económico, debido fundamentalmente a la incertidumbre política generada después de las elecciones europeas y francesas. Con todo, hemos decidido mantener los tipos de interés porque en septiembre tendremos más información y, sobre todo, nuevas proyecciones macroeconómicas, así que podremos revaluar mejor la situación de la política monetaria. Septiembre es un mes mucho mejor para tomar decisiones de lo que ha sido julio.
Cuando hablan de reforzar la confianza, ¿no están diciendo al mismo tiempo que aún desconfían?
El nivel de incertidumbre actual es enorme, así que hay que ser prudente en las decisiones que se toman. Cuando decimos que queremos tener más confianza, nos referimos a tener más confianza en que la inflación a finales de 2025 estará en nuestra definición de estabilidad de precios, que es una tasa de inflación del 2% a medio plazo. Ese es el elemento fundamental.
Mientras, iremos recibiendo nuevos datos, como la evolución de salarios, a la que prestamos especial atención por el impacto que puede tener en la inflación de servicios. Esta está en 4,1% y es la que en estos momentos tiene más dificultades para reducirse. Pero sobre todo, en septiembre tendremos nuevas proyecciones económicas, y en ellas será fundamental ver que la inflación converge hacia el 2% de forma estable y a medio plazo.
¿Necesitan que todos los datos vayan en la buena dirección para ganar esa confianza, sobre todo el de salarios?
Los datos de salarios son importantes, pero llegan con retraso. En septiembre tendremos disponibles dos datos más de inflación y de inflación subyacente, pero lo más importante serán las nuevas proyecciones económicas. Estas se hacen partiendo de las antiguas, e incluyendo datos como el precio del petróleo, la evolución del tipo de cambio o la evolución de las condiciones de financiación. Toda esa información se mete en la coctelera cada tres meses para actualizar nuestras proyecciones, que evidentemente son una parte muy importante de nuestras decisiones a futuro.
Si bien en junio la tasa de inflación se moderó una décima respecto a mayo, la inflación de servicios y la tasa subyacente se mantienen en los mismos niveles más o menos de hace meses.
Como hemos dicho ya, la inflación hasta final de año va a estar en torno a los niveles actuales. Al mismo tiempo, todas las medidas de inflación subyacente son a la baja, por lo que el proceso de desinflación continuará a partir de principios del año que viene. Ya estamos viendo que los salarios empiezan a desacelerarse. Nuestras encuestas indican que las empresas esperan que el incremento salarial se modere, especialmente a partir de 2025, porque la subida salarial actual tiene mucho que ver con la recuperación de capacidad adquisitiva como consecuencia de la inflación del pasado. Y si las subidas salariales se moderan, la inflación de servicios, que es la más sensible a la evolución salarial, también lo hará y eso permitirá alcanzar el objetivo de inflación del 2% a final del año que viene.
La última encuesta de préstamos bancarios mostró un repunte por primera vez desde 2022 de la demanda de hipotecas. ¿Esto qué quiere decir?
Las condiciones de financiación del segundo trimestre no han cambiado mucho con respecto al primer trimestre, aunque hay cambios puntuales. Por ejemplo, empieza a haber algo más de demanda para financiar consumo y de mejora de la demanda de hipotecas. Pero todavía son cambios muy marginales.
Lo más importante es que ya llevamos varios trimestres en los que las condiciones de financiación y la demanda de crédito no se deterioran más. Nuestros informes pasados reflejaron un endurecimiento continuo durante 2022 y gran parte de 2023, coincidiendo con la subida de tipos, mientras que a finales de 2023 hubo una cierta estabilización que ha continuado este año. El endurecimiento de las condiciones de financiación tocó techo hace prácticamente tres trimestres y, a partir de ahora los mismos bancos esperan unas condiciones de financiación más blandas.
¿Cómo puede afectar a sus decisiones el complejo entorno geopolítico?
La incertidumbre política en Europa se ha incrementado después de las elecciones europeas. Ahora el Parlamento Europeo ha reelegido a Ursula von der Leyen, lo que yo creo es un indicador de confianza respecto a la estabilidad. Pero hay que ver cuál va a ser la composición de la nueva Comisión Europea.
En Francia, las elecciones han dado lugar a un Parlamento sin mayorías que puede dificultar la formación de un Gobierno. Esto ha dado lugar a especial incertidumbre y afectado a la economía francesa, que es la segunda economía más grande de la zona euro.
En general, la incertidumbre hace ser mucho más cauto y prudente al tomar decisiones, porque todo está mucho más oscuro. Y cuando uno está en un cuarto oscuro y no ve, procura moderar los movimientos para no darle una patada a algún jarrón.
En el caso de Francia, con su situación fiscal, ¿existe preocupación sobre la postura del nuevo Gobierno?
Sin entrar en la situación específica de ningún país en concreto, lo importante es que las nuevas reglas fiscales se apliquen. En septiembre los países tienen que presentar sus planes plurianuales a medio plazo, y en octubre tendrán que presentar el plan presupuestario para el 2025. Es muy importante que todos los países respeten y pongan en marcha el marco fiscal que nos hemos dado en Europa. Sería muy negativo que no se produjera dicho respeto a las normas fiscales que, además, se aprobaron hace únicamente seis meses. Yo espero que eso sea así y que todos los países respeten el nuevo marco presupuestario.
El Gobierno de España ha revisado al alza sus previsiones. ¿Qué le parece la situación?
La economía española está creciendo más que la media y se prevé que este año lo haga cerca del 2,5% [del PIB], claramente por encima de la proyección para la zona euro. Este crecimiento se basa en un tirón del consumo público y en un incremento muy importante en la población. Esta en los últimos dos años ha aumentado en más de un millón de personas que se han incorporado al mercado laboral, lo que ha impulsado el crecimiento.
Sin embargo, de cara al crecimiento futuro es muy importante mantener la competitividad como base del crecimiento de la economía. Para ello, es fundamental mejorar la productividad, y que la evolución salarial sea congruente con la productividad para que las empresas españolas puedan continuar compitiendo en el entorno internacional. Esto es lo que viene ocurriendo desde que España tiene un superávit en la cuenta corriente de la balanza de pagos desde hace ya más de diez años. Igualmente, para garantizar una senda competitiva es fundamental no añadir costes adicionales ni incertidumbre extra a las empresas.
Y la situación de los bancos españoles...
España tiene un sistema financiero solvente y capaz de dar crédito, y ese es otro de los pilares de la economía española.
¿Están bien preparados para el cambio de la política monetaria y competir por los depósitos cuando el BCE está retirando liquidez?
La mejora de rentabilidad de los bancos europeos y españoles ha alcanzado un tope, y veremos cómo empieza a bajar porque los factores favorables, como la subida de tipos, se irán reduciendo.
La falta de remuneración de depósitos en España ha estado principalmente causada por el exceso de liquidez en el sistema bancario, una liquidez que ahora el BCE está retirando poco a poco. Los bancos antes no necesitaban competir por liquidez, pero esta retirada hará que tengan que competir más para captar depósitos. Al mismo tiempo, en el lado del activo de los bancos, en las ofertas de préstamos hipotecarios y al consumo, sí se ha visto mayor competencia entre bancos.
¿Cuándo se pronunciará el BCE sobre las OPA BBVA/Sabadell?
Tenemos en torno a dos meses desde que se hizo la comunicación al BCE, así que no se va a dilatar mucho. Se basará en criterios de solvencia y prudenciales y se comunicará a la entidad.
No hay operaciones transnacionales, ¿por qué?
Nos gustaría que hubiera más operaciones transnacionales porque querríamos tener un mercado bancario único, y para ello se necesitan bancos que operen en el conjunto de la zona euro. La ausencia de estas operaciones tiene que ver, fundamentalmente, con la falta de una unión bancaria completa, a pesar de la supervisión única. No existe, por ejemplo, un fondo de garantía de depósitos común. Y también tiene que ver con discrepancias en la regulación y en las normativas nacionales, que hacen que una operación transnacional sea mucho más compleja que una operación nacional.
¿Confían en que con la nueva Comisión Europea se avanzará hacia la Unión Bancaria? ¿Qué puede hacer ustedes? ¿Es optimista?
Para el BCE culminar la unión bancaria es una prioridad absoluta. El BCE no es el legislador comunitario, así que lo que podemos hacer es dar nuestra opinión clara sobre la culminación de la unión bancaria, la unión del mercado de capitales y también la necesidad de un acuerdo para crear una capacidad fiscal única en Europa. Los tres elementos son necesarios para completar la gobernanza de la unión económica y monetaria.
¿En el seno del BCE se comenta la situación del Banco de España?
La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, ha participado en la reunión del pasado jueves, y ha contribuido al debate de modo activo como un miembro más del Consejo de Gobierno. Pero es una situación anómala que no haya gobernador oficialmente designado. Por ello, esperamos que antes del 10 de septiembre se nombre. Nuestra recomendación general es que sean personas con experiencia en asuntos monetarios o bancarios.
¿Es un problema pasar de ser ministro a ser gobernador?
En España nombrar gobernador es una prerrogativa del Gobierno. Existe un acuerdo implícito: el partido que gobierna nombra al gobernador y el principal partido de la oposición propone al subgobernador. Personalmente creo que es importante respetar este tipo de acuerdos porque construyen la arquitectura institucional de un país.
Yo fui ministro y pasé a ser vicepresidente del BCE como parte del Comité Ejecutivo. Pero no fue la misma situación porque el proceso de designación del Comité Ejecutivo y sus funciones son diferentes. El Gobierno de España me propuso como candidato, pero la decisión la tomó por mayoría cualificada el Consejo Europeo tras consultar al Parlamento Europeo y al Consejo de Gobierno del BCE. Es decir, hubo diferentes instancias que se pronunciaron. Y por definición las funciones del Comité Ejecutivo tienen que ver con el conjunto de la zona euro. Sin embargo, muchos bancos centrales cumplen funciones nacionales. Por ejemplo, el Banco de España debe asesorar al Gobierno y realizar los informes y estudios procedentes sobre la situación y política económica del Gobierno con independencia de criterio.
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