Información semestral sobre la falsificación del euro

En el primer semestre del 2005 se retiraron de la circulación 293.000 billetes en euros falsos, cifra muy similar a la del segundo semestre del 2004, en el que se retiraron en torno a 287.000 billetes falsos, pero inferior a las 307.000 unidades retiradas en el primer semestre del año pasado. Sin embargo, estas cifras deben considerarse teniendo en cuenta el número de billetes en circulación auténticos (alrededor de nueve mil millones).

El cuadro que figura a continuación muestra el desglose de billetes falsos por denominación:

La denominación de 50 euros ha sido, desde el principio, la preferida para las falsificaciones: esta tendencia se hizo más pronunciada en el primer semestre del 2005, en el que los billetes de 50 euros llegaron a representar el 62% del total de billetes falsos, mientras que los billetes de 20 euros y 100 euros atrajeron menos el interés de los falsificadores.

Lógicamente, la gran mayoría de los billetes falsos en circulación, el 97%, se detectó en la zona del euro. El 2% procedió de Estados miembros de la UE no pertenecientes a la zona del euro y el 1% restante provino del «resto del mundo».

Los ciudadanos pueden confiar en la calidad de los billetes en euros y sus elementos de seguridad. No obstante, el Eurosistema, es decir, el Banco Central Europeo (BCE) y los doce bancos centrales nacionales de la zona del euro, sigue recomendando que se esté alerta ante la posibilidad de recibir billetes falsos. La mayor parte de los billetes falsos, incluso los de buena calidad, puede distinguirse fácilmente de los auténticos utilizando el sencillo método «TOQUE-MIRE-GIRE» descrito en el material informativo elaborado por el Eurosistema y que puede consultarse en la dirección del BCE en Internet^[1]. En caso de duda sobre la autenticidad de un billete, debe compararse directamente con un billete que se sepa que es auténtico.

El Eurosistema mantiene una estrecha cooperación con Europol, Interpol, la Comisión Europea (que es responsable de la difusión de la información relativa a la falsificación de monedas en euros) y con las fuerzas de seguridad nacionales en su lucha contra la falsificación. Toda persona que sospeche que puede haber recibido un billete falso ha de ponerlo en conocimiento de la policía o, cuando la práctica del país lo permita, de su respectivo banco central nacional, facilitando tantos detalles como sea posible sobre el origen del billete.